martes, mayo 17, 2005

Profesión o Empresa?

El colectivo de regreso de la facultad es como una fuente de reflexión a la cual suelo recurrir de ves en cuando, en ellos encuentro a las personas que están en contacto con la diaria faena de la vida. Y hoy no fue la excepción, entre observación y conversación con amigos la figura del horizonte laboral sin perturbaciones se me borro tal y como la imaginaba un tiempo atrás. Para mi era una especie de Neverland o tierra de ensueños donde con solo salir de la facultad con la chapa de informático me estaba asegurando trabajo. La realidad, se acerca a ello pero solo en forma tangencial, el trabajo existe pero los sueldos de ensueño son la parte más fantasiosa de esto.
En Argentina se esta produciendo software a toneladas, y cada vez se necesita mas mano de obra, y ésta es cubierta por una tribu de nuevos trabajadores ilegales, por las condiciones laborales y por los sueldos escasos, que se asemejan a la industria millonaria textil que migra de fronteras en busca de mano de obra barata. Donde una Jefe de Proyecto con longevos años de dedicación a una empresa y contratos de trabajos con letras pequeñas llega a ganar entre $2000 y $2500 mensuales. Ni hablar de un programador Jr.
¿Pero no es acaso esto un desafió para darnos cuenta que el verdadero dinero no esta en la profesión si no en la empresa? En Argentina un 3% de los dueños de empresas es profesional. Quizás por que las universidades lanzan al mercado verdaderos elementos productivos, o piezas de engranajes, para una maquinaria operada por hombres de traje. O quizás por que la cultura del conservadorismo no nos permite tomar decisiones arriesgadas y prima siempre la frase paterna “vallas a donde vallas vas a poder colgar el titulo en una pared y eso te va a permitir comer todos los días”. ¿Comer? Y que pasa con ir más allá. Eso queda para nosotros mismos.
Mi amigo me contaba sobre una consultora que gano un proyecto por un millón y medio de dólares, que estaba siendo desarrollado por un conjunto de programadores Jrs a los cuales les pagaban 500 pesos por mes. Resultado aritmético? Ganancia de los programadores 50.000 pesos ganancia del empresario; un millos cuatrocientos mil dólares. ¿Es ésto acaso una simple injusticia? No! Es el pago por el coraje de haberse adentrado en esa bruma densa llamada negocios, allí donde las cosas se ven solo a un codo de distancia.
Quizás sea el momento de empezar a juntar aire en el pecho, agachar la cabeza y entrar a ese estanque de tiburones para medir fuerza o habilidad, de lo contrario me quedaré lamentando de por vida una boleta de luz. ¿Por donde comensaré? por tener amigos. Por armar mi cardume

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