lunes, julio 23, 2007

Dia del Amigo

El día del amigo, llegó y se fué. El celular empezó a sonar desde las cero horas, con el clásico: “quiero ser la primera personas en saludarte”. Eso esta bueno, el saber que hay del otro lado personas que piensan en ti, aún cuando la distancia y los distintos rumbos, llevan a no verse seguido. Si fue especial? Si, mucha gente que hace un tiempo que no veía se acordó. Además recibí la visita de un primo de Catamarca, con el salimos. El rally comenzó a la una de la mañana donde nos alistamos para salir, y fuimos a un departamento de unas amigas, de amigos, ahí tomamos algo para calentar motores, nos juntamos con los sospechosos de siempre. Entre charlas de vida, bailes improvisados, y conocernos un poco mas, las horas se pasaron. Como a las cinco, picamos al clásico billy bud del uru. Donde nos bailaos la vida, y nos encontramos con más amigos.
Como a las siete de la mañana cuerpito, estaba decidido a depositarme en mi departamento, pero como buen político sabia que botones apretar.
- Comamos un asado! – lo desafié.
Sabia que el tenia que responder con un si, por que me debía un asado mañanero, al cual me había llevado encañonado con una revista.
- A que no sos culo de comerte un asado! – insistí
- ¡A que si! –me dijo mientras el duna zapateaba en medio de la calle.
Así es como terminamos en la casa de cuerpito, el Nico, la Nai, Cuerpito, Yerin y yo. Para matar el tiempo, hasta que las primeras carnes cayeran en las góndolas, cuerpito, mostró sus dotes de baterista, mientras yo hacia las veces de primera voz de la banda en el karaoque. Siempre en las mañanas de borrachera se me da por adquirir una nueva Skill, una mañana me pasé cuatro horas intentando aprender a usar los palitos chinos y termine al mediodía atrapando moscas como Miyagi Sensei . Bueno esta vez, fue la batería, no tuve tanta suerte pero confieso que un par de acordes saque.
El asado al final se transformo en fajitas, en cuya elaboración participo todo el mundo. Los factores de riesgos se dispararon por las nueves cuando intentamos picar las verduras con los afiladisisimos cuchillos de cuerpiz. Cada corte insumia una profunda concentración ya que el alcohol y la trasnochada nos producían una momentánea discapacidad motora.
Como a las dos fue hora de marcharse cada uno a su casa, y tras profundos y emotivos abrazos borrachos el grupete fue separándose.

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